miércoles, 7 de abril de 2010

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Gorgona

En la mitología griega, una gorgona (en griego antiguo γοργώ gorgō o γοργών gorgōn, ‘terrible’) era un despiadado monstruo femenino a la vez que una deidad protectora procedente de los conceptos religiosos más antiguos. Su poder era tan grande que cualquiera que intentase mirarla quedaba petrificado, por lo que su imagen se ubicaba en todo tipo de lugares, desde templos a cráteras de vino, para propiciar su protección. La gorgona llevaba un cinturón de serpientes, entrelazadas como una hebilla y confrontadas entre sí.

En mitos posteriores aparecen dos gorgonas, Esteno y Euríale. Medusa, que originalmente había sido una humana, se convirtió en la tercera como castigo por ofender a Atenea y, debido a esto, ella era la única mortal de las tres. La imagen de la mujer con serpientes venenosas en lugar de cabellos se hizo particularmente famosa, si bien la gorgona aparece en los registros escritos más antiguos de las creencias religiosas de la Antigua Grecia, como en las obras de Homero.

La gorgona ocupaba el lugar principal del pedimento de un templo en Corfú. Se trata del pedimento de piedra más antiguo de Grecia, estando fechado c. 600 a. C.

La gorgona, flanqueada por leonas y mostrando su cinturón de serpientes, tal como aparece en el pedimento de del templo del siglo VII a. C. expuesto en el Museo Arqueológico de Corfú.

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Tradición clásica [editar]

Gorgona en el asa espiral de la crátera de Vix, c. 500 a. C., un artículo comercial o de regalo excavado de la tumba de una mujer en Francia en 1953 por Pierre Jouffroi.

Las gorgonas son a veces representadas con alas de oro, garras de bronce y colmillos de jabalí, pero sus atributos más comunes son los dientes y la piel de serpientes. Se decía que los oráculos más antiguos eran protegidos por las serpientes y las imágenes de gorgonas se asociaban a menudo con estos templos. Las leonas y las esfinges también se asociaban frecuentemente a las gorgonas. Su poderosa imagen fue adoptada por las imágenes y mitos clásicos de Zeus y Atenea, quizá como continuación de una iconografía más antigua.

Homero, autor de las fuentes más antiguas, habla solo de una gorgona, cuya cabeza está representada en la Ilíada como sujeta a la égida de Zeus:

Suspendió de sus hombros la espantosa égida floqueada que el terror corona: ... allí la cabeza de la Medusa, monstruo cruel y horripilante, portento de Zeus que lleva la égida.[1]

Su equivalente en la Tierra es un artilugio del escudo de Agamenón:

...y lo coronaba la Medusa, de ojos horrendos y torva vista, con el Terror y el Fobo a los lados.[2]

Aunque la datación de los poemas homéricos siempre ha sido controvertida, se acepta que «la Ilíada y la Odisea datan de finales del siglo IX o principios del VIII c. C., siendo la primera anterior a la segunda, quizá por varias décadas.»[3] Se presume que existieron como una tradición oral que terminó siendo recogida en registros históricos. Incluso en esa época tan temprana la gorgona aparece como un vestigio de los poderes antiguos que precedieron a la transición histórica a las creencias de los griegos clásicos, mostrada en el cofre de Atenea y Zeus.

En la Odisea, la gorgona es un monstruo del inframundo:

...el pálido terror se apoderó de mí, temiendo que la ilustre Perséfone no me enviase del Hades la cabeza de Gorgona, horrendo monstruo.[4]

Sobre el 700 a. C., Hesíodo (Teogonía, El escudo de Heracles) incrementa el número de gorgonas a tres —Esteno (‘poderosa’), Euríale (‘que surge lejos’) y Medusa (‘reina’)— y las hace hijas de las deidades marinas Forcis y Ceto. Su hogar quedaba en el lado más lejano del océano occidental, según autores posteriores, Libia.

La tradición ática, recogida por Eurípides (Ion), consideraba a la gorgona un monstruo, producida por Gea para ayudar a sus hijos, los Titanes, contra los dioses olímpicos. Murió a manos de Atenea, quien llevó su piel desde entonces (de las tres gorgonas, sólo Medusa era mortal).

Esquilo (c. 525–456 a. C.) dice que las tres gorgonas sólo tenían un diente y un ojo entre ellas, de forma que tenían que compartirlos, pero sin embargo no se las representa así, quizá para evitar confundirlas con las Greas.

Apolodoro (c. 180–120 a. C.) proporciona un buen resumen del mito de la gorgona.[5] Historias muy posteriores afirman que cada una de las tres hermanas tenían serpientes en lugar de cabellos, y que tenían el poder de transformar a quien las mirase en piedra.

Según el poeta romano Ovidio (Las metamorfosis), sólo Medusa tenía serpientes en el pelo, debido a la maldición de Atenea. Excitado por el color dorado de los cabellos de Medusa, Poseidón la violó en el templo de la diosa, quien enfurecida por la profanación transformó su cabellera en serpientes.

Pausanias, el geógrafo del siglo II, da los detalles de dónde y cómo estaban representadas las gorgonas en la arquitectura y el arte griegos.[6]

Perseo y Medusa [editar]

Estatua de una gorgona (Museo Arqueológico de Parikia, Paros).
Artículos principales: Medusa y Perseo

En mitos posteriores, Medusa era la única mortal de las tres gorgonas, y Perseo pudo matarla cortándole la cabeza. De la sangre que brotó del cuello surgieron Crisaor y Pegaso, sus dos hijos con Poseidón. Otras fuentes afirman que cada gota de sangre se transformó en una serpiente. Perseo le dio la cabeza, que tenía el poder de petrificar a quienes la veían, a Atenea, quien la puso en su escudo. Según otra versión, Perseo la enterró en el mercado de Argos.

Según una tradición, Perseo o Atena usaron la cabeza de Medusa para petrificar a Atlas, transformándole en los montes Atlas, que sujetaban el cielo y la tierra.[7] También la usó contra el rey Polidectes, quien le había enviado originalmente a matar a Medusa con la esperanza de librarse de él y casarse con su madre, Dánae. Perseo volvió y usó la cabeza de Medusa para petrificar al rey y a toda su corte.

Poderes protectores y curativos [editar]

En la Antigua Grecia se usaba con frecuencia un Gorgoneion (cabeza de piedra, grabado o dibujo de un rostro de gorgona, a menudo con serpientes sobresaliendo salvajemente y con la lengua fuera de sus colmillos) como símbolo apotropaico[8] que se ubicaba en puertas, muros, suelos, monedas, escudos, corazas y lápidas con la esperanza de alejar el mal. A este respecto las Gorgoneia son parecidas a las a veces grotescas caras de los escudos de soldados chinos, usados también en general como amuleto o protección contra el mal de ojo. En algunas de las representaciones más toscas, la sangre corriendo bajo la cabeza puede considerarse por error como una barba.

En la mitología griega, la sangre tomada del lado derecho de una gorgona podía resucitar a los muertos, mientras la sangre del lado izquierdo era un veneno instantáneamente mortal. Atenea le dio un vial de esta sangre curativa a Asclepio, lo que terminó dando lugar a su fallecimiento. Se decía que Heracles había obtenido un mechón del cabello de Medusa (que poseía los mismos poderes que la cabeza) de Atenea y lo había dado a Estérope, la hija de Cefeo, como protección para la ciudad de Tegea contra los ataques. De acuerdo con la idea posterior de Medusa como una hermosa doncella, cuyos cabellos habían sido transformados en serpientes por Atenea, la cabeza se representaba en las obras de arte con un rostro maravillosamente hermoso, envuelto en el tranquilo reposo de la muerte.

Orígenes [editar]

El concepto de la gorgona es como mínimo tan antiguo en la mitología como Perseo y Zeus, si bien algunos investigadores creen que la diosa tiene orígenes primitivos en la antigua religión griega.

La arqueóloga Marija Gimbutas creyó ver el prototipo del Gorgoneion en los motivos artículos neolíticos, especialmente en las vasijas antropomórficas y máscaras de terracota con incrustaciones de oro. Los ojos grandes y centelleantes son un símbolo denominado «ojos divinos» por Gimbutas, que aparecen también en la lechuza de Atenea. Pueden ser representados por espirales, ruedas, círculos concéntricos, esvásticas, etcétera.

Los colmillos de las gorgonas son como los de las serpientes y probablemente procedan de los guardianes estrechamente relacionados con los conceptos religiosos griegos primitivos en los centros oraculares.

Gorgona protectora en el escudo de Aquiles en su enterramiento por Tetis. Hidria corintia de figuras negras, 560–550 a. C., Museo del Louvre.

Notas [editar]

  1. Homero, Ilíada v.735 y sig.
  2. Homero, Ilíada xi.35 y sig.
  3. Vidal-Naquet, Pierre (2000). Le monde d'Homère. Perrin, pp. 19.
  4. Homero, Odisea xi.635.
  5. Apolodoro xi.2.6, ii.4.1, xxii.4.2.
  6. Pausanias v.10.4, viii.47.5 y muchos otros lugares.
  7. Poliedos, fragmento 837; Ovidio, Las metamorfosis iv.627.
  8. Garber, Marjorie (24 de febrero de 2003). The Medusa Reader, pp. 2. ISBN 0-415-90099-9.

Véase también [editar]

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Medusa (mitología)

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Para otros usos de este término, véase Medusa.
Medusa de Caravaggio (Florencia, Uffizi).

En la mitología griega, Medusa (en griego antiguo Μέδουσα Médousa, ‘guardiana’, ‘protectora’)[1] era un monstruo ctónico femenino, que volvía de piedra a aquellos que la miraban. Fue decapitada por Perseo, quien después usó su cabeza como arma[2] hasta que se la dio a la diosa Atenea para que la pusiera en su escudo, la égida. Desde la antigüedad clásica, la imagen de la cabeza de Medusa aparece representada en el artilugio que aleja el mal conocido como Gorgoneion.[3]

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En la mitología clásica [editar]

Las tres hermanas gorgonas —Medusa, Esteno y Euríale— eran hijas de Forcis y Ceto, o a veces de Tifón y Equidna, en ambos casos monstruos ctónicos del mundo arcaico. Esta genealogía la comparten sus otras hermanas, las Greas, como en el Prometeo liberado de Esquilo, quien ubica ambas trinidades muy lejos, en la «espantosa llanura de Cistene»:

No lejos, las alígeras hermanas
Con serpientes por cabellos; las gorgonas
Enemigas del hombre
Perseo con la cabeza de Medusa, por Benvenuto Cellini, instalada en 1554.

Aunque los pintores de vasijas y talladores de relieves griegos antiguos imaginaban a Medusa y sus hermanas como seres nacidos con forma monstruosa, los escultores y pintores del siglo V empezaron a imaginarla como hermosa a la par que terrorífica. En una oda escrita en el 490 a. C. por Píndaro ya se habla de la «Medusa de bellas mejillas».[4] En una versión posterior del mito, narrada por el poeta romano Ovidio,[5] Medusa era originalmente una hermosa doncella, «la celosa aspiración de muchos pretendientes» y sacerdotisa del templo de Atenea, pero cuando fue violada por el «Señor del Mar» Poseidón en él, la enfurecida diosa transformó su hermoso cabello en serpientes e hizo su cara tan terrible que su mera visión convertía a los hombres en piedra. En el relato de Ovidio, Perseo describe el castigo de Atenea a Medusa como justo y merecido. Por ello medusa representa la Lujuria.

En la mayoría de las versiones de la historia, Medusa estaba embarazada de Poseidón cuando fue decapitada mientras dormía por el héroe Perseo, que había sido enviado a buscar su cabeza por el rey Polidectes de Sérifos. Con la ayuda de Atenea y Hermes, que le dio las sandalias aladas, el casco de invisibilidad de Hades, una espada y un escudo espejado, Perseo cumplió su misión. El héroe mató a Medusa haciéndole mirar su reflejo en el espejo en lugar de enfrentarse directamente a ella para evitar quedar petrificado. Cuando cortó su cabeza, del cuello brotó su descendencia: el caballo alado Pegaso y el gigante Crisaor, quien más tarde se convertiría en el héroe portando la espada dorada.

Jane Ellen Harrison argumenta que «su potencia sólo comienza cuando su cabeza es cortada, y aquella potencia reside en la cabeza; ella es en una palabra una máscara con un cuerpo más tarde añadido... la base del Gorgoneion es un objeto de culto, una máscara ritual incomprendida».[6] En la Odisea, Homero no menciona específicamente a la gorgona Medusa:

el pálido terror se apoderó de mí, temiendo que la ilustre Perséfone me enviase del Hades la cabeza del horrendo monstruo grisáceo[7]

Lo que Harrison traduce como «la gorgona fue creada del terror, no el terror de la gorgona.»[6]

Según Ovidio, Perseo pasó por el noroeste de África junto al Titán Atlas, que estaba allí sujetando el cielo, y lo transformó en piedra. De forma parecida, se decía que los corales del Mar Rojo se habían formado de la sangre de Medusa que salpicó las algas cuando Perseo dejó la cabeza petrificadora junto a la playa durante su breve estancia en Etiopía, donde salvó y se casó con la hermosa princesa Andrómeda. Incluso se decía que las víboras venenosas del Sáhara habían brotado de las gotas caídas de su sangre.[5] [8]

Perseo voló entonces a la isla de su madre, donde ésta estaba a punto de ser casada por la fuerza con el rey. Gritó «Madre, protege tus ojos», y todos menos ella fueron convertidos en piedra por la vista de la cabeza de la Medusa.

Entonces le dio la cabeza a Atenea, quien la colocó en su escudo, la égida. Según algunas fuentes, la diosa le dio la sangre mágica de Medusa al médico Asclepio, pues la que manaba del lado izquierdo del cuello era un veneno mortal, y la del lado derecho tenía el poder de resucitar a los muertos.[9]

Aunque algunas referencias clásicas aluden a las tres gorgonas, Harrison considera que la multiplicación de Medusa en un trío de hermanas era un rasgo secundario del mito:

La forma triple no es primitiva, sino simplemente un ejemplo de una tendencia general... que hace de cada diosa una trinidad, lo que nos ha dado a las Horas, las Cárites, las Erinias y una multitud de tríos más. Es inmediatamente obvio que las gorgonas no eran realmente tres sino una más dos. Las dos hermanas supervivientes son meros apéndices debidos a la costumbre: la auténtica gorgona es Medusa.[6]

Según cuenta Pausanias, el mito de Medusa es una versión novelada de la historia de una reina quien, tras la muerte de su padre, habría recogido ella misma el cetro, gobernando a sus súbditos cerca del lago Tritonide, en Libia. Habría muerto de noche durante una campaña contra Perseo, un príncipe del Peloponeso.[10]

Interpretaciones modernas [editar]

Medusa de Bernini.

Psicoanálisis [editar]

En 1940 se publicó póstumamente el artículo de Sigmund Freud Das Medusenhaupt (‘la cabeza de Medusa’), en el que sentó las bases para un cuerpo de críticas sobre el monstruo. Medusa se representa como «el talismán supremo que proporciona la imagen de la castración —asociada en la mente del niño con el descubrimiento de la sexualidad materna— y su negación.»[11] [12] Los psicoanalistas continúan con la crítica arquetípica en la actualidad. Beth Seeley analizó el castigo de Medusa por el «crimen» de haber sido violada en el templo de Atenea como un resultado de los conflictos no resueltos de la diosa con su padre, Zeus.[13]

Feminismo [editar]

En el siglo XX, las feministas revisaron las apariciones de Medusa en la literatura y la cultura modernas, incluyendo su uso como logotipo de la marca de ropa Versace.[14] [15] [16] Mary Valentis y Anne Devane señalan que cuando preguntaban a las mujeres cómo les parecía que era la ira femenina, siempre era Medusa, el monstruo mitológico con serpientes en la cabeza, lo que les venía a la mente, aunque ninguna de las mujeres que entrevistaron podía recordar los detalles del mito.

En el arte [editar]

Cabeza de Medusa, por Peter Paul Rubens (1618).

Desde tiempos antiguos, Medusa fue inmortalizada en numerosas obras de arte, incluyendo:

Acompañando a la resurrección de la leyenda por la Mitología de Thomas Bulfinch, «Medusa se había convertido en un tema común en el arte» para el siglo XIX. Los cuadros del Ciclo de Perseo de Edward Burne-Jones y un dibujo de Aubrey Beardsley dieron paso a las obras del siglo XX de Paul Klee, John Singer Sargent, Pablo Picasso y Auguste Rodin, con su escultura en bronce Las puertas del infierno.[17] Medusa también ha sido representada en el arte desde su propia perspectiva psicológica y sociológica, como ilustra la escultura Medusa del artista contemporáneo David Master.[18]

Otros personajes del mismo nombre [editar]

Hay otros personajes llamados Medusa en la mitología griega:

  1. Una hija de Esténelo y Nicipe. Esténelo era rey de Micenas y Tirinto, y Nicipe era hija de Pélope e Hipodamía. Esta Medusa era hermana de Euristeo.[19]
  2. Una hija de Príamo.[20]
  3. Una de las hijas del rey Pelias de Yolco, el hombre que envió a Jasón a buscar el vellocino de oro. Junto con sus hermanas (entre las que estaba Alcestis), y a instancias de Medea, esta Medusa mató a su padre y lo cocinó en un caldero de latón. Su madre fue Anaxibia o Filómaca.[21]

Notas [editar]

  1. Probablemente de μέδω medō, ‘proteger’, ‘mandar’. Chantraine, Pierre (1999). «μέδω», Dictionnaire étymologique de la langue grecque. París: Klincksieck, pp. 675b. ISBN 2-252-03277-4.
  2. Bullfinch, Thomas. Bulfinch Mythology - Age of Fable - Stories of Gods & Heroes. Consultado el 16 de octubre de 2008. «...y volviendo su cara hacia fuera, sostuvo la cabeza de la gorgona. Atlas, con toda su mole, se convirtió en piedra.»
  3. Un ejemplo clásico de magia apotropaica.
  4. Píndaro, Píticas 12. Señalada por Marjorie J. Milne al discutir una vasija de figuras rojas del estilo de Polignoto, c. 450–30 a. C., en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Milne observó que «es una de las primeras ilustraciones de la historia que muestra a la gorgona no como un monstruo horrendo sino como una mujer hermosa. En este caso el arte quedó por detrás de la poesía.» (Milne, Marjorie J. (enero de 1946) «Perseus and Medusa on an Attic Vase» The Metropolitan Museum of Art Bulletin. Vol. 4. n.º 5. pp. 126.)
  5. a b Ovidio, Las metamorfosis iv.770.
  6. a b c Harrison, Jane Ellen (1903). «The Ker as Gorgon», Prolegomena to the study of the Greek religion. Cambridge: Harvard University Press, pp. 187. OCLC 154136463.
  7. Homero, Odisea xi.634.
  8. Apolonio de Rodas, Argonáuticas iv.1515; Lucano, Farsalia ix.820.
  9. Apolodoro, Biblioteca mitológica iii, 10, 3.
  10. Pausanias ii.21.5 y sig.
  11. «Medusa in Myth and Literary History» (en inglés). Modern American Poetry. Consultado el 16 de octubre de 2008.
  12. Freud, Sigmund (1940) «Das Medusenhaupt» Int. Z. Psychoanal. Imago. n.º 25. pp. 150. El manuscrito tiene fecha del 14 de mayo de 1922 y parece ser un esbozo para una obra más extensa (versión castellana Freud, Sigmund. La cabeza de medusa (1940 [1922]). En Escritos breves (1920-1922). Obras completas (vol. XVIII). Buenos Aires / Madrid: Amorrortu editores, pp. 270-271. ISBN 9789505185948.)
  13. Seelig, Beth J. (2002) «[1]» Int. J. Psycho-Anal.. n.º 83. pp. 895–911.
  14. Pratt, A. (1994). Archetypal empowerment in poetry: Medusa, Aphrodite, Artemis, and bears: a gender comparison. Bloomington: Indiana University Press. ISBN 0253208653.
  15. Stephenson, A. G. (1997). Endless the Medusa: a feminist reading of Medusan imagery and the myth of the hero in Eudora Welty's novels.. OCLC 39703715.
  16. Garber, Marjorie (24 de febrero de 2003). The Medusa Reader, pp. 7. ISBN 0-415-90099-9.
  17. Wilk (2000), pág. 200.
  18. «Medusa» (en inglés). BenZev Fine Art. Consultado el 16 de octubre de 2008.
  19. Apolodoro ii.4.5.
  20. Apolodoro 3.12.5; Higino, Fábulas 90; Pausanias x.26.9.
  21. Apolodoro i.9.10; Higino, Fábulas 24.

Véase también [editar]

Enlaces externos [editar]


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El basilisco es uno de los seres mitológicos que ha creado la mitología griega parecido a un reptil.

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Descripción [editar]

En el siglo VIII, el basilisco era considerado una serpiente con unos cuernos en la cabeza y una mancha blanca en la frente en forma de corona. De hecho, "basilisco" significa "pequeño rey". Más tarde, en la Edad Media, pasa a ser un gallo con cuatro patas, plumas amarillas, grandes alas espinosas y cola de serpiente, que podía terminar en garfio, cabeza de serpiente o en otra cabeza de gallo. Hay versiones de esta criatura mitológica con ocho patas y escamas en vez de plumas. Plinio el Viejo los describe como una culebrilla de escaso tamaño y pésimo genio ya que "su potente veneno hace marchitarse las plantas y su mirada es tan virulenta que mata a los hombres".

Según recoge Pierre de Beauvais en su Bestiario de 1206, nace a partir de un huevo deforme, puesto por un gallo al llegar éste a la edad de 7 años, incubado por un sapo durante 9 años; por lo tanto al nacer guarda todas las características de sus progenitores, cabeza de gallo, cola de serpiente y cuerpo de sapo. Otra manera de nacer (probablemente la más aceptada) es que nace de un huevo puesto por un gallo e incubado por una serpiente y se dice que nace con cuerpo de gallo, lengua de serpiente y cresta. El basilisco vive en el desierto que él mismo crea al romper piedras y quemar el pasto. Esto sucede ya que el Basilisco exhala fuego, seca las plantas y envenena las aguas. Sin embargo su característica más distintiva sería su capacidad de matar con su mirada. De este modo se dice que quien mirara a los ojos de un basilisco, moriría y si lo ve por un reflejo quedara petrificado; pero si el Basilisco se veía reflejado en un espejo , se mataba a sí mismo. Algunas leyendas dicen que, así, Alejandro Magno mató a uno. Se decía también que un basilisco moría cuando oía el canto de un gallo, que para él era mortal, o se topaba con su principal enemigo, la comadreja. También se dice que un caballero fue en busca de basiliscos porque había una plaga en su país así que se puso una armadura de espejos y mato a todo los basiliscos y lo nombraron el caballero de los espejos.

Evolución e historia de la figura del basilisco [editar]

Edad antigua [editar]

Como la mayoría de las bestias mitológicas, el origen del basilisco se pierde en el tiempo. Las culturas antiguas dejaron algunas muestras de la creencia en él y otras serpientes monstruosas en las artes, pero es en la tradición escrita donde mejor se puede seguir su trayectoria y evolución. Los egipcios creían que el basilisco nacía de los huevos de Ibis. En el Antiguo Testamento podemos encontrar siete referencias al basilisco, en cuatro libros distintos. Hasta el siglo I d. C., es visto como una serpiente excepcionalmente dañina, pero físicamente no difieren mucho de otros ofidios. Es importante reseñar que los conocimientos de zoología permitieron que la mayoría de la gente, incluyendo élites y eruditos, creyeran en esta clase de criaturas hasta bien entrado el siglo XVIII. En la tradición grecolatina se distingue claramente entre el basilisco y el catoblepas, cuadrúpedo de pesada cabeza que mata al que mira sus ojos, y al que citan, entre otros, Elieno, Ateneo y Arquéalo entre los griegos, y entre los latinos Plinio, Solino y Pomponio Mela. En cuanto al basilisco, Plinio hace la que probablemente sea la mención más famosa de la bestia en su Historia Naturalis, repetida hasta la saciedad por autores posteriores y muchas veces malinterpretada o tergiversada. Otros autores que lo citan son Lucano o el médico Dioscórides. Solino y Aeliano hablan del monstruo en el siglo III y Arnobio y Aecio en el V. Aeliano introduce al gallo en el mito, detalle que crecerá en importancia hasta el punto de modificar enormemente a la criatura en la Edad Media.

Edad Media [editar]

A lo largo de la Edad Media, en Europa son comunes los bestiarios, la mayoría copias adulteradas del famoso Fisiólogo, en los que se equipara al rinoceronte con el unicornio. Isidoro de Sevilla copia a Plinio con modificaciones propias en el siglo VII, cosa muy imitada en toda Europa y que hará que el conocimiento clásico se diluya tras una niebla de fuentes secundarias y malas traducciones, uniendo al basilisco con otros seres como el catoblepas o la cocatriz. Antes del siglo X ya nos encontramos con leyendas de basiliscos europeos, un animal que en la antigüedad era exclusivo de Libia, a excepción de unas pocas historias apócrifas. En el mundo musulmán también se observa esta utilización de las fuentes clásicas. En 1230, Bartolomé Glanvilla, conocido como Anglico, publicó De Proprietatibus rerum, la Historia Natural más popular del Renacimiento. En él se configura el mito medieval del basilisco en su plenitud, su nacimiento y evolución, propiedades y forma de darle muerte. Esta información, junto a diversas leyendas de sucesos que van acaeciendo por Europa, son recogidas por múltiples autores, como Vicente Beauvais o Tomás de Aquino.

Edad Moderna y Contemporánea [editar]

Con el Renacimiento y la aparición de las primeras luces de la razón el enfoque de las ciencias naturales va tornándose más científico, y los conocimientos sobre los seres vivos se plantea de una manera más crítica; sin embargo, durante el siglo XVI se acepta ampliamente la existencia del basilisco y lo verídico de sus propiedades, por lo que sabios y doctores se dedicaban a filosofar sobre el por qué de su veneno visual o la lógica de su extraña nacimiento. Así mismo, por toda Europa se sigue informando de desgracias causadas por esta bestia. En la Enciclopedia de Aldrovandi se observa el grabado de un basilisco disecado, una falsificación común en la época que se fabricaba con los cuerpos de un pez ángel y una raya. Durante el siglo de Oro, la literatura española aparece salpicada de referencias a la bestia, normalmente para compararla a la mirada de la amada. Lope de Vega, Quevedo o Cervantes usan a la criatura en sus textos. Así pues, el basilisco, junto a muchos otros seres maravillosos, estaba plenamente integrado e el saber popular hasta bien entrado el siglo XVII. El último naturalista que mezcla animales reales e imaginarios es Jan Johnston y su Historiae Naturalis. En 1728, Feijoo negaba que un animal pudiera matar con la vista, lo que provocó gran polémica, que no terminó hasta que lo ordenó un cansado Fernando VI en 1750. No obstante, el vulgo siguió creyendo en esta sierpe y en sus malignas propiedades durante al menos otro siglo más. Durante el siglo XX podemos observar el uso de los bestiarios tradicionales en las corrientes de literatura fantástica influenciadas por Tolkien, como la saga de Harry Potter de J.K Rowling, así como en el pulp, el cómic y la ilustración fantástica de autores como Frank Frazetta o Luis Royo.

Variación del mito en otras culturas [editar]

En América, especialmente en el folclore del Cono Sur también se encuentra variantes del mito que igualmente son llamados basilisco. Es obvio que la denominación proviene de Europa, aunque en el caso de las variantes americanas del mito se dan elementos de síncresis con creencias aborígenes. Por ejemplo,

  • En el folclore gaucho se creía que el basilisco era descrito como una especie de gusano gigante con un solo ojo que causaba la muerte con su mirada, y al cual solo se podía matar haciéndole ver su "rostro" en un espejo u otra superficie reflectante.
  • En Colombia, una criatura siniestra de características similares, que es comúnmente oída pero raramente vista es conocida como el "pollo malo" o el "pollo del diablo", una fabula común en muchos montes. Su canto anuncia la muerte y en general trae desgracias a quien tenga contacto con él.

Basiliscos en el arte [editar]

Basiliscos en la literatura [editar]

En la literatura, podemos encontrar a un basilisco en el libro número dos de la saga de Harry Potter, Harry Potter y la cámara secreta.

En el mundo ficticio de Harry Potter, creado por la escritora J.K. Rowling, el basilisco es una serpiente de gran tamaño, de un verde brillante, con un veneno mortal muy poderoso y rápido. Sin embargo, su carácterística más mortal es la de matar con la mirada.

Basiliscos en la escultura [editar]

En la escultura, la figura del basilisco se usaba principalmente en los capiteles de las iglesias, buscando esa finalidad didáctica de asustar a los analfabetos fieles con los horrores del infierno. Puntualmente se puede encontrar en tallas de marfil y artes aplicadas.

En otros medios [editar]

En los videojuegos de Castlevania como enemigos aparecen los basiliscos y con su mirada te convierten en piedra. El manga japonés Kōga Ninpō Chō creado por el dibujante Masaki Segawa es también conocido como Basilisk.

Véase también [editar]

Enlaces externos [editar]

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EL BASILISCO

EL BASILISCO

EL BASILISCO HUEVO :
Según Pierre de Beavouis en su "Bestiario" de 1206, nace a partir de un huevo deforme, puesto por una gallina(o gallo) de 7 años, incubado por un sapo durante 9 años y criado por una serpiente. Por lo tanto guarda los rasgos de sus progenitores que son: cabeza de gallo, cuerpo de sapo y cola de serpiente.
El Basilisco vive en el desierto que el mismo crea rompiendo y maltratando todo su entorno. Su gran característica es que puede matar con la mirada.




CÓMO SABER CUANDO NACE EL BASILISCO :

Se dice que en una noche de luna llena cuando son exactamente las 00:00h el huevo de un gallo o gallina vieja sería del que naciera el Basilisco. El huevo sería totalmente esférico y de tamaño reducido.

Cuando se encontraba algún huevo de Basilisco había que quemarlo inmediatamente porque si no del huevo saldrían unos pequeños gusanos colorados que se meten debajo de las casas y que van creciendo hasta llegar a ser un Basilisco.







BASILISCO HIJO DE MEDUSA :





Existe otra teoría que consiste en el mito de Perseo y medusa, cuando Perseo acude a matar a Medusa de su sangre nacen Pegaso ( el caballo alado), el gigante Crisaor y el Basilisco. A esta teoría se ha llegado por el gran parecido que existe entre Medusa y el Basilisco, por su cualidad de matar con la mirada entre otras cosas. Este Basilisco tiene forma de serpiente enteramente y era considerado el rey de las serpientes.

FORMA DE MATAR :

Su arma principal es la mirada con la que mata a la gente si le miran, también utiliza el veneno que contiene.

Sale por las noches a la casa en la que se esconde emitiendo un sonido que se repite parecido al del gallo, después se acerca a su víctima que esta durmiendo y se alimenta de su aliento con el que roba la energía. La víctima se debilita hasta que muere si no se toman medidas.

FORMA DE MATARLE :
  • Algunos consideran que hay que colocar espejos por toda la casa, para que él se vea reflejado y se muera. También que hay que mirarle antes de que el nos vea, pero e muy arriesgado.

  • Quemar la vivienda donde se sospecha que existe uno.

  • La última incluye agua bendita hirviente y cruces hechas de mecha y desperdigadas por las cuatro esquinas de la casa. Pero esto provoca que con la muerte del enfermo muera con él el Basilisco salvando al resto e la familia.















RESEMANTIZACIONES

HARRY POTTER Y LA CÁMARA SECRETA :

En esta película aparece un monstruo del cual en el colegio existe una leyenda, este monstruo es el Basilisco. En la película aparece como una serpiente grande lo cual nos hace pensar que se trata de la versión de Medusa. El Basilisco se esconde en la cámara secreta y la gente que sale afectada solo ve su reflejo por lo que no mueren sino que se quedan petrificados. Además en la película se dota al Basilisco de la capacidad de hablar aunque solo sea en idioma parsel( lengua de las serpientes).












"EL BASILISCO" REVISTA FILOSÓFICA :



Existe una revista filosófica que se llama "el Baslisco" y que mejor nombre para una revista que el de el rey de las serpientes para ser así la reina de las revistas.












EL BASILISCO ANIMAL :
Se trata de lagartos similares a iguanas pero más ágil y esbelto y de proporciones más reducidas. Por supuesto este animal tiene que ver con el Basilisco en que las partes que tenía de serpiente y de sapo son muy parecidas a las del lagarto. Hay cuatro clases de lagartos :

-Basiliscus basiliscus: basiliscus común

-Basilisus galeritus : basiliscus de cabeza roja

-Basiliscus plumifrons : basiliscus verde

- Basiliscus vittatus : basiliscus marrón.

Secretos de Argos: EL BASILISCO.

Jean-Pierre Vernant

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« Être le grain de sable que les plus lourds engins, écrasant tout sur leur passage, ne réussissent pas à briser.[1] »

Jean-Pierre Vernant, né le 4 janvier 1914 à Provins et mort à Sèvres le 9 janvier 2007, est un historien et anthropologue français, spécialiste de la Grèce antique et plus spécialement des mythes grecs. Il a été professeur au Collège de France et l'un des héros de la Résistance.

Sommaire

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Biographie [modifier]

Né à Provins (Seine-et-Marne), il n'a jamais connu son père, directeur du journal républicain et anticlérical Le Briard, tué au front en 1915. Sa mère meurt alors qu'il n'a que huit ans.

Il entreprend des études de philosophie et est reçu premier à l'agrégation, dans cette discipline, en 1937. Adhérant aux Jeunesses communistes, il entre dans la Résistance pendant la Seconde Guerre mondiale : il rejoint le réseau Libération-Sud, fondé par Emmanuel d'Astier de la Vigerie. Par la suite, il commande les Forces françaises de l'intérieur de Haute-Garonne [2] sous le pseudonyme du « colonel Berthier » où il commande les frères Angel qui libèrent André Malraux. Il est Compagnon de la Libération. Après la guerre, il demeure au sein du Parti communiste français et le quitte en 1969. En 1960 il est signataire du Manifeste des 121. Il est membre du comité de parrainage de la Coordination française pour la Décennie de la culture de paix et de non-violence. Il soutient, depuis sa création en 2001, le fonds associatif Non-Violence XXI. Il renonce à sa carrière universitaire pour reprendre l'entreprise de presse que son père avait fondée à Provins à la fin du XIXe siècle

Influencé par Louis Gernet, il se tourne vers l'anthropologie de la Grèce antique quand il entre au CNRS, en 1948. Dix ans plus tard, il devient directeur d'études à l'EPHE (VIe section). Spécialiste de la Grèce antique, il s'est souvent exprimé sur ce qu'il y a de commun mais aussi de différent entre les Grecs et l'Occident moderne, notamment en ce qui concerne la pratique de la démocratie. Il était professeur honoraire au Collège de France.

Le 23 octobre 2006, Jean-Pierre Vernant a souhaité donner sa dernière conférence, sur l'Odyssée, au lycée Le Corbusier, à Aubervilliers, dans le cadre des « Lundis du Collège de France »[3].

Jean-Pierre Vernant est mort le 9 janvier 2007 à son domicile de Sèvres (Hauts-de-Seine).

Distinctions [modifier]

Décorations, Prix [modifier]

Docteur honoris causa [modifier]

Autres distinctions [modifier]

Œuvres [modifier]

Publications choisies :

  • Les Origines de la pensée grecque, Paris, CNRS, collection « Mythes et religions », 1962 ; 10è édition : Presses Universitaires de France, coll. « Quadrige », 2007 (ISBN 978-2-13-054565-1).
  • Mythe et pensée chez les Grecs. Etudes de psychologie historique, Paris, François Maspero, 1965 ; rééd. Paris, La Découverte, 2007.
  • (Dir.), Problèmes de la guerre en Grèce ancienne, Paris-La Haye, Mouton, 1968.
  • Avec Pierre Vidal-Naquet : Mythe et tragédie en Grèce ancienne, Paris, François Maspero, 1972.
  • Mythe et société en Grèce ancienne, Paris, François Maspero, 1974.
  • Avec Marcel Detienne, Les ruses de l’intelligence. La métis des Grecs, Paris, Flammarion, 1974.
  • Religion grecque, religions antiques, Paris, François Maspero, 1976.
  • Religion, histoires, raisons, Paris, François Maspero, 1979.
  • Avec Marcel Detienne, La Cuisine de sacrifice en pays grec, Paris, Gallimard, 1979.
  • La Mort dans les yeux. Figures de l’autre en Grèce ancienne, Paris, Hachette, 1985.
  • Avec Pierre Vidal-Naquet, Mythe et tragédie, II, Paris, La Découverte, 1986.
  • Avec Pierre Vidal-Naquet, Travail et esclavage en Grèce ancienne, Bruxelles, Complexe, 1988.
  • L’individu, la mort, l’amour. Soi-même et l’autre en Grèce ancienne, Paris, Gallimard, 1989.
  • Mythe et religion en Grèce ancienne, Paris, Le Seuil, 1990.
  • Figures, idoles, masques, Paris, Julliard, 1990.
  • En co-direction avec Gherardo Gnoli, La mort, les morts dans les sociétés anciennes, Paris, Maison des Sciences de l’Homme, 1990.
  • Avec Pierre Vidal-Naquet, La Grèce ancienne. Tome I : Du mythe à la raison, Paris, Le Seuil, 1990 ; Tome II : L’espace et le temps, Paris, Le Seuil, 1991 ; Tome III : Rites de passage et transgression, Paris, Le Seuil, 1992.
  • (Dir), L’Homme grec, Paris, Le Seuil, 1993.
  • Avec Pierre Vidal-Naquet : Œdipe et ses mythes, Bruxelles, Complexe, 1994.
  • Entre mythe et politique, Paris, Le Seuil, 1996.
  • En codirection avec Stella Georgoudi, Les Mythes grecs au figuré de l’antiquité au baroque, Paris, Gallimard, 1996.
  • Avec Jean Bottéro et Clarisse Herrenschmidt, L’Orient ancien et nous, Paris, Albin Michel, 1996.
  • Avec Françoise Frontisi-Ducroux, Dans l’œil du miroir, Paris, Odile Jacob, 1997.
  • L’univers, les dieux, les hommes. Récits grecs des origines, Paris, Le Seuil, 1999.
  • Ulysse et Persée, Paris, Bayard, collection « Parler de la Grèce avec les enfants », 2004.
  • La Traversée des frontières, Paris, Le Seuil, « La librairie du XXIe siècle », 2004.
  • Pandora, la première femme, Paris, Éditions Bayard, 2005 [reprise d'une conférence donnée à la Bibliothèque nationale de France le 6 juin 2005].

Notes [modifier]

  1. Jean-Pierre Vernant, La Traversée des frontières
  2. Universalia 2008 - La politique, les connaissances, la culture en 2007
  3. Vidéo de la conférence. [archive]

Voir aussi [modifier]

Liens externes [modifier]

vía Jean-Pierre Vernant - Wikipédia.

Jean-Pierre Vernant

Alias Jean Pierre Vernant

(1914-2007, France)

Biographie

Jean-Pierre Vernant, né le 4 janvier 1914 à Provins et décédé à Sèvres le 9 janvier 2007, est un historien et anthropologue français, spécialiste de la Grèce antique et plus spécialement des mythes grecs. Il a été professeur au Collège de France et l'un des héros de la Résistance.


La Mort Dans les Yeux (essai, 1985)

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